En una sociedad en la que se sobrevaloran los conocimientos, la especialización en el trabajo, la optimización de resultados, en la que se nos prepara para ser buenos profesionales, se deja de lado la preparación para el trabajo más difícil y complejo: SER PADRES.
Los niños no nacen con un manual bajo el brazo. A SER PADRES APRENDEMOS.
Las situaciones a las que se enfrentan los niños y los adolescentes en nuestro mundo actual (competitividad, falta de valores, agresividad social, modelos erróneos, etc.), hacen aún más complicada la labor educativa y deja a nuestros hijos expuestos a modelos de conducta inadecuados.
En nuestros más de 20 años de experiencia hemos aprendido que acompañando y ofreciendo herramientas a los padres estamos ayudando también a sus hijos a superar las dificultades.